Lo recomendable es intentar llegar a un acuerdo entre los cónyuges y divorciarse pacíficamente pero no en todos los caso ocurre. El proceso de divorcio contencioso es que pone punto y final cuando las partes no consiguen llegar a un acuerdo. El motivo que lo fundamente puede ser muy distinto, desde la incomunicación a que una de las partes no quiera divorciarse.
Cuando se presenta la demanda de divorcio, se habilita un expediente y queda en espera de juicio. En el momento del juicio los dos cónyuges presentarán sus motivos y los documentos necesarios para defender sus posiciones e intereses. Será el juez quien determine las medidas que se determinarán dentro del acuerdo, estén de acuerdo o no los cónyuges.
Los divorcios contenciosos están regulados por la Ley de enjuiciamiento Civil. En la demanda inicial se exponen los motivos por los que se solicita el divorcio y se especifica qué quiere obtener con ello. Las cuestiones que se exponen son las siguientes:
La parte demandada tiene un plazo de 20 días hábiles para presentar alegaciones, justificar sus motivos y dejar constancia de su conformidad o no con el acuerdo. Una vez contesta y admitida se comunica al demandante y se señala la fecha para la celebración del juicio por divorcios contencioso.
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